Hola Chicos! Reciban un afectuoso saludo en nombre de Susana, Mónica y Paola.

Queremos comentarles que, con este taller, pretendemos habilitar un espacio para la pregunta, para la duda, para la opinión, para la expresión, reflexión y el conocimiento de diversos aspectos vinculados a la sexualidad. Junto a ustedes trataremos identificar algunos prejuicios y falsas creencias para construir “desde el derecho” nuevas formas de pensar la sexualidad.

Esperamos que les guste nuestra propuesta y encontrarnos en el taller, ¡Hasta entonces!


COORDINADORAS: Bisi, Mónica; Fullani, Paola
Zuain, Susana

martes, 18 de octubre de 2011

MIS DERECHOS...

  • A no ser discriminadas/os en la familia, el sistema educativo, ni ningún otro ámbito por el hecho de estar embarazada, o tener un hijo o por su estado civil u orientación sexual.
  • A acceder gratuitamente a métodos anticonceptivos seguros y eficaces.
  • A recibir educación sexual integral en las escuelas, con información objetiva y libre de prejuicios.
  • A no ser discriminadas/os en el caso de vivir con VIH/SIDA
Derecho a decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad
Existen diversas formas de vivir la sexualidad, Tengo derecho a que se respeten las decisiones que tomo sobre mi cuerpo y mi sexualidad. Soy responsable de mis decisiones y actos. Nadie debe presionar, condicionar, ni imponer sus valores particulares sobre la forma en que decido vivir mi sexualida. 
Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual
El disfrute pleno de mi sexualidad es fundamental para mi salud y bienestar físico, mental y social. Tengo derecho a vivir cualquier experiencia o expresión sexual o erótica que yo elija, siempre que sea lícita, como práctica de una vida emocional y sexual plena y saludable. Nadie puede presionarme, discriminarme, inducirme al remordimiento o castigarme por ejercer o no actividades relacionadas con el disfrute de mi cuerpo y de mi vida sexual.
3.      Derecho a manifestar públicamente mis afectos
Las expresiones públicas de afecto promueven una cultura armónica afectiva y de respeto a la diversidad sexual. Tengo derecho a ejercer mis libertades individuales de expresión, manifestaciones, reunión e identidad de género y cultural, independientemente de cualquier prejuicio. Puedo expresar mis ideas y afectos sin que por ello nadie me discrimine, coarte, cuestione, chantajee, lastime, amenace o violente verbal o físicamente.
4.      Derecho a decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad
Existen varios tipos de familias, uniones y convivencia social. Tengo derecho a decidir libremente con quien compartir mi vida, mi sexualidad, mis emociones y afectos. Ninguna de mis garantías individuales debe ser limitada por esta decisión. Nadie debe obligarme a contraer matrimonio o a compartir con quien yo no quiera mi vida y mi sexualidad.
5.      Derechos al respeto de mi intimidad y mi vida privada
Mi cuerpo, mis espacios, mis pertenencias y la forma de relacionarme con las y los demás son parte de mi identidad y privacidad. Tengo derecho al respecto de mis espacios privados y a la confidencialidad en todos los ámbitos de mi vida, incluyendo la sexual. Sin mi consentimiento, ninguna persona debe difundir información sobre los aspectos sexuales de mi vida.
6.      Derechos a vivir libre de violencia sexual
Cualquier forma de violencia hacia mi persona afecta el disfrute pleno de mi sexualidad. Tengo derecho a la libertad, a la seguridad jurídica y a la integridad física y psicológica. Ninguna persona debe abusar, acosar, hostigar o explotarme sexualmente. El Estado debe garantizarme el no ser torturado/a, ni sometido/a al maltrato físico, psicológico, abuso o explotación sexual.
7.      Derecho a la libertad reproductiva
Las decisiones sobre mi vida reproductiva forman parte del ejercicio y goce de mi sexualidad. Como mujer u hombre joven tengo derecho a decidir, de acuerdo con mis deseos y necesidades, tener o no hijos, cuántos, cuándo y con quién. El Estado debe respetar y apoyar mis decisiones sobre mi vida reproductiva, brindándome la información y los servicios de salud que requiero, haciendo efectivo mi derecho a la confidencialidad.
8.      Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad
Las mujeres y los hombres jóvenes, aunque diferentes, somos iguales ante la ley. Como joven, tengo derecho a un trato digno y equitativo y a gozar de las mismas oportunidades de desarrollo personal e integral. Nadie bajo ninguna circunstancia, debe limitar, condicionar o restringir el pleno goce de todos mis derechos individuales, colectivos y sociales.
9.      Derecho a vivir libre de toda discriminación
Las/os jóvenes somos diversos/as y, por tanto, tenemos diferentes formas de expresar nuestras identidades. Tengo derecho a que no se me discrimine por mi edad, género, sexo, preferencia, estado de salud, religión, origen étnico, forma de vestir, apariencia física o por cualquier otra condición personal. Cualquier acto discriminatorio que atenta contra mi dignidad humana. El estado debe garantizarme la protección contra cualquier forma de discriminación.

martes, 4 de octubre de 2011

LA ARGENTINA DEL EMBARAZO ADOLESCENTE

Se puede ser casi ángeles pero no casi madres: charlamos con Mabel Bianco, del Consorcio Nacional de Derechos Sexuales y Reproductivos sobre la maternidad adolescente. 

Producción:Fuera de Agenda | Pais: Argentina
Idioma: Español | Formato: Reportajes
Fecha Producción: 09/2011

http://www.radioteca.net/audios/02060478.mp3

Tema: GÉNERO Y SEXUALIDAD
Subtema: Educación sexual

lunes, 12 de septiembre de 2011

ROMPIENDO MITOS...


Imaginarios y prejuicios sociales acerca de
la violencia intrafamiliar


A continuación les presentamos algunos de los imaginarios y prejuicios que cultural e históricamente se han construido en nuestra sociedad y que, desde un punto de vista cognitivo, afectivo y comportamental, influyen en la manera en que los hombres y las mujeres establecen sus relaciones de pareja y con las instituciones en general.

Dichos prejuicios y representaciones sociales, cotidianamente se expresan en frases, refranes o dichos populares, que en cada país toman formas diferentes, pero su contenido es el mismo.

A continuación encontrará algunos de los prejuicios que se escuchan comúnmente en las interacciones sociales:


 
“La ropa sucia se lava en casa"

Es una expresión que se utiliza para señalar que cualquier conflicto que tenga lugar dentro de la familia, independiente de su naturaleza, violenta o no, y magnitud, debe ser resuelto por sus integrantes y no debe trascender a las esferas públicas. De las consecuencias son cómplices todas las personas que ante una situación de violencia conyugal en la casa vecina guardan silencio y le dan la espalda, o cuando se justifica la falta de acción frente al maltrato entre la pareja exponiendo como universal el caso de un hombre que ayuda a una mujer que es golpeada por su marido en la calle y lo que recibe son insultos por parte de la mujer golpeada, quien dice: “Para eso es el marido”. El
hecho de haber reconocido la violencia intrafamiliar como una violación de Derechos Humanos implica que el Estado tiene la responsabilidad de intervenir en dichos casos. A pesar de este reconocimiento, hace falta que la sociedad en general se convierta en garante de los derechos de todas las personas, constituyéndose las comunidades, vecindarios, centros educativos, iglesias, organizaciones populares, entre otros, en veedores de unas relaciones solidarias, democráticas y equitativas en la familia y la pareja.


 
“Si a la mujer la maltrata su marido es porque
algo habrá hecho”
Cabe aclarar que ninguna persona tiene “derecho” a maltratar física, psicológica o sexualmente a otra persona y que no existen excusas válidas de ningún tipo para ello y mucho menos cuando a esas personas las une un vínculo afectivo y emocional. Una socialización tradicional de género lleva a que los hombres sientan todo el derecho de maltratar a sus compañeras, situación que se sustenta en la consideración de la mujer como propiedad del marido y en la asignación a las mujeres de un menor valor como seres humanos.


 
“Porque te quiero te aporreo"
En la cultura y en las identidades de mujeres y hombres siguen vigentes dichos populares que unen con gran fuerza el amor y la violencia. En la cultura occidental se ha construido una compleja idea de lo que es el amor, a este se lo asocia con sentimientos como el odio y el sufrimiento, lo cual se hace evidente en canciones populares de diversa índole y en las telenovelas donde después de 200 capítulos de humillaciones, llanto y adversidades, por fin los dos protagonistas pueden ser felices. La expresión de agresiones dentro de una relación amorosa se asume como una manifestación de cariño: si él no le pega es porque no la quiere. La violencia se convierte entonces en la justificación del amor.       
  

“A las mujeres les gusta que le peguen"
Las mujeres que se encuentran en situación de violencia conyugal están inmersas en el ciclo de la violencia marital, el cual dificulta su salida por varios motivos, entre ellos el creer que el agresor va a cambiar su actitud violenta. Si las mujeres continúan en una relación que les hace daño, no es propiamente porque les gusta ser agredidas, sino porque presentan una gran depresión, y una disminución en su autoestima y en la capacidad para tomar decisiones, a lo cual se suma la dependencia afectiva y económica hacia sus parejas. En este punto es importante tener en cuenta que la sociedad ejerce presión, ya que todavía sigue teniendo un gran peso el ideal de la familia nuclear como única opción de convivencia y en cierta forma el seguir con el marido es sinónimo de respetabilidad social.

“Las mujeres golpeadas son masoquistas”
Esta creencia está muy relacionada con la anterior. Muchas veces los términos científicos se popularizan tanto, que llegan a cambiar de sentido. El masoquismo está relacionado con un desorden psicológico que se manifiesta en la obtención del placer sexual por medio del dolor físico. Por lo tanto, relacionar a violencia conyugal con el placer no tiene sentido, ya que la agresión física a una mujer no le produce placer, sino todo lo contrario, le genera dolor, sufrimiento, angustia, miedo y en ocasiones hasta la muerte.

“Si ésta tiene hijos, debe pensar primero en ellos y es preferible que se quede con él”
No se puede seguir pensando que una familia que resuelve los conflictos de manera violenta sea el espacio óptimo para un desarrollo sano y armónico de sus integrantes. El hecho de que una mujer sea maltratada va a tener repercusiones negativas en sus hijos e hijas, les genera problemas psicológicos como miedo, baja autoestima; problemas escolares, de delincuencia; prostitución y drogadicción. Además, las niñas y los niños van a interiorizar la violencia como una forma de relación familiar y social. También es importante tener en cuenta que si la madre es agredida, existe una alta probabilidad de que los menores de edad de también sean agredidos.

“Una mujer solamente es maltratada cuando el hombre tiene un problema específico”                     
Es poco común que una mujer sea maltratada en un único episodio. La situación más frecuentemente encontrada en las instituciones de atención a víctimas de violencia intrafamiliar y en las investigaciones es que las agresiones de los hombres hacia las mujeres se presentan por varios años. Cuando las mujeres se deciden a denunciar el hecho ha pasado un largo tiempo. No es que un hecho específico produzca la agresión, sino que la violencia conyugal es el resultado de la interacción de múltiples factores. En la violencia conyugal, cualquier hecho por insignificante que sea (porque la comida no está caliente, porque no está planchada la camisa, porque se demoró diez minutos, etc.) sirve de justificación para agredir al otro, que por lo general es una mujer.
“El hombre tiene el derecho a maltratar a su esposa: para eso es su marido"
La familia tradicional hacía una tajante división de derechos y deberes, según el género y la edad de sus integrantes. El hombre, jefe de hogar, tenía todo el derecho para hacer cumplir sus deseos y órdenes utilizando cualquier medio para ello. Era así como mujeres, hijas e hijos debían obedecer los mandatos del señor de la casa, sin ni siquiera objetarlos. En dichas familias no todas las personas eran consideradas como sujetos de derechos, ya que el marido estaba podía disponer del cuerpo, vida, movimientos y sexualidad de su compañera, quien no era considerada como ciudadana. Dentro de los derechos del marido estaba maltratar a su esposa y como parte de los deberes de ella estaba el aceptar la violencia. A pesar de los avances culturales y legislativos, esta idea de los derechos del hombre en la familia permanece arraigada en nuestra cultura. Sobra decir que el maltrato físico, psicológico y sexual en la pareja y en la familia es una violación de los Derechos Humanos.

“La violencia conyugal es un problema que sólo se presenta en los estratos bajos”
 
Si bien es cierto que la pobreza y vivienda pueden agravar la violencia intrafamiliar y de pareja, no se constituyen en su única causa, ya que en la producción y reproducción de la violencia conyugal intervienen múltiple factores de diverso tipo. La violencia conyugal afecta a todas las mujeres del mundo independientemente de su clase social, etnia, profesión, religión y nivel educativo; aunque existen diferencias teniendo en cuenta dichas características. Se conoce más de la violencia contra las mujeres de sectores populares porque son ellas las que participan con sus testimonios de vida en la mayoría de los estudios realizados y porque son quienes más acuden a las instituciones públicas en busca de ayuda legal, médica o psicológica. Mientras las mujeres de estratos medios y altos tienen los recursos económicos para asistir a un tratamiento terapéutico privado, con profesionales principalmente del área de la psicología. Además, estos casos no se registran en las estadísticas nacionales, ya que se quedan en el ámbito del consultorio. Sin embargo, cuando terapeutas de pareja escriben sobre las relaciones entre hombres y mujeres, siempre incluyen la violencia conyugal ejercida contra las mujeres como una de las mayores problemáticas consultadas.

 
“Si él es el único que trabaja, no se puede hacer nada"
 
Cuando la mujer ha asumido una función tradicional de ama de casa y su compañero es el único proveedor, se presenta un gran dilema que se puede sintetizar en la siguiente frase: con recursos con violencia o sin recursos y sin violencia. Al respecto se deben tener en cuenta los siguientes aspectos: en la actualidad muchas mujeres de todos los estratos trabajan así sea en el mayor grado de informalidad; mediante varios estudios se ha podido encontrar que el salario que reciben las mujeres lo invierten en el bienestar de su familia, mientras los hombres, con más facilidad, realizan gastos suntuarios. Por otra parte, los recursos económicos que gana la mujer muchas veces son percibidos por ella misma y por su compañero como un ingreso secundario en el hogar. Las demandas de alimentos sirven para que los hombres no se desentiendan de las obligaciones, por lo menos económicas, con sus hijas e hijos. Se hace necesario revisar la premisa de que el varón es el único proveedor económico del hogar, ya que las mujeres, aunque no sean muyconciente de ello o no o admitan, desarrollan proyectos o actividades para su supervivencia económica y la de sus familias.

“Si una mujer dice NO, quiere decir SÍ”
El decidir cuándo, cómo y con quién se desea tener relaciones sexuales hace parte de los Derechos Sexuales y Reproductivos de cualquier persona, así como la decisión de tener hijos o no y el espaciamiento entre ellos. Este prejuicio se basa en la creencia de que el cuerpo de la mujer es un objeto que puede ser tomado por el hombre cuando éste sienta deseo. Aquí también cumple
 una misión importante la manera como ha sido construida la sexualidad masculina y femenina: se ha establecido la idea de que la sexualidad de las mujeres es pasiva y la de los hombres es activa y por ser activa es inaplazable.
Es decir, que los hombres poseen por “naturaleza” un instinto sexual casi animal, el cual tienen que satisfacer inmediatamente sin importar con quién y cómo. Sobra decir que el tener relaciones sexuales debe ser el producto de la decisión libre y sin amenazas de ningún tipo (agresiones físicas o chantajes emocionales) de dos personas.




(Extraído de:
Violencia Intrafamiliar. Módulo 4: Reflexiones sobre violencia de pareja y de género. Política Nacional de Construcción de Paz y Convivencia Familiar, Haz Paz. 2001)



¿Qué razones pueden llevar a que una mujer soporte la violencia física, sexual y psicológica ejercida en su contra?

• Algunas personas todavía creen que los hombres son los únicos jefe
del hogar y como tales tienen el derecho a controlar la vida, el cuerpo, la sexualidad, los sentimiento y la vida social de sus esposas, compañeras y hasta sus novias, utilizando cualquier medio para ello. Ven a la mujer como “propiedad” del hombre y como un ser humano inferior.
• Se piensa que el matrimonio es para toda la vida, “hasta que la muerte lossepare” y que las mujeres deben cumplir con tal objetivo sin importar si se pone en juego su proyecto de vida y en muchos casos su integridad personal. Algunas mujeres creen que es mejor aceptar el maltrato que correr el riesgo de enfrentarse a una separación, porque se sienten responsables de que la unión subsista aún a costa de sus aspiraciones.
• Seguir con la pareja y mantener la unión o matrimonio a pesar de todos los problemas, se ve como una forma de obtener el respeto dentro de una comunidad.
• Algunas personas tienen la idea de que el amor implica dolor, humillacionesy llanto y que si no se golpea, y no se sufre, no hay amor.
• En general las mujeres maltratadas no han tenido la oportunidad y el apoyo para reconocerse como sujetos de derechos y por lo tanto no comprenden que tienen el derecho a que se respete su dignidad y a no ser maltratadas. No conocen las rutas para recibir atención, ni los servicios a los cuales pueden acudir.
• El maltrato puede llevar a las mujeres a aislarse, a sufrir depresiones, asentirse incapaces de tomar decisiones, por el temor o dependencia que sienten hacia sus parejas, sumado en algunos casos a la falta de apoyo de sus familias.
• Las mujeres tienen miedo a los episodios de celos y represalias de susparejas y al aumento de la violencia.
• La dependencia económica de las mujeres que no trabajan fuera del hogarhace que muchas de ellas soporten la violencia porque se sienten incapaces de afrontar la situación.
• La creencia de que los hombres poseen un instinto sexual por “naturaleza"incontrolable que tiene que ser satisfechos inmediatamente, sin importar con quién, cómo ni cuándo, se complementa con la creencia de que las mujeres son pasivas y que su cuerpo es un objeto que pertenece a los hombres, con lo cual se justifican los abusos sexuales hacia ellas.
• En algunas situaciones las mujeres maltratadas justifican la violencia aque son sometidas por parte de sus esposos, novios o compañeros argumentando que los hombres son violentos por naturaleza y que luego se le pasa, o que cuando maltratan lo hacen debido al consumo de alcohol o sustancias psicoactivas.
• Es posible que se sientan avergonzadas de sí mismas y de su relación mal
tratante. Por ejemplo, en los estratos altos existe el denominado “pudor de clase”, mediante el cual se trata de ocultar todas las manifestaciones de violencia y por lo tanto no es denunciada. Debido a esto es conocida la violencia intrafamiliar vivida por las mujeres de los sectores de menores recursos, porque son las que más buscan ayuda y denuncian a sus agresores.



ALGUNOS CONCEPTOS CLAVES


Sexualidad

“La sexualidad es una construcción social simbólica, hecha a partir de una realidad propia de las personas: seres sexuados en una sociedad determinada.
Como tal, es una dimensión constitutiva del ser humano: biológica, psicológica, cultural, histórica y ética, que comprende sus aspectos emocionales,  comportamentales, cognitivos y comunicativos, tanto para su desarrollo en el plano individual como en el social”.

                                                 Rubio, Eusebio.



Conceptos relacionados con la sexualidad
 ( Tomado de OPS/OMS)

Género

El género es la suma de valores, actitudes, papeles prácticas o características

culturales basadas en el sexo. El género, tal como ha existido de manera

histórica, transculturalmente, y en las sociedades contemporáneas, refleja y

perpetúa las relaciones particulares de poder entre el hombre y la mujer.

Identidad de género
La identidad de género define el grado en que cada persona se identifica como

masculina o femenina o alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia

interno, construido a través del tiempo, que permite a los individuos

organizar un autoconcepto y comportarse socialmente en relación a la percepción

de su propio sexo y género. La identidad de género determina la forma en

que las personas experimentan su género y contribuye al sentido de identidad,

singularidad y pertenencia.


Orientación sexual
La orientación sexual es la organización específica del erotismo y/o del vínculo

emocional de un individuo en relación al género de la pareja involucrada

en la actividad sexual. La orientación sexual puede manifestarse en forma de

comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación

de estos elementos.

Identidad sexual
La identidad de género define el grado en que cada persona se identifica como

hombre o mujer o como una combinación de ambos, y la orientación sexual

de la persona. Es el marco de referencia interno que se forma con el correr de

los años, que permite a un individuo formular un concepto de sí mismo sobre

la base de su sexo, género y orientación sexual y desenvolverse socialmente

conforme a la percepción que tiene de sus capacidades sexuales.

Erotismo
El erotismo es la capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas

que evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación

sexual y orgasmo, y que por lo general se identifican con placer sexual.

El erotismo se construye tanto a nivel individual como social con significados

simbólicos y concretos que lo vinculan a otros aspectos del ser humano.

Vínculo afectivo
La vinculación afectiva es la capacidad humana de establecer lazos con otros

seres humanos que se construyen y mantienen mediante las emociones. El

vínculo afectivo se establece tanto en el plano personal como en el de la sociedad

mediante significados simbólicos y concretos que lo ligan a otros aspectos

del ser humano. El amor representa una clase particularmente deseable de

vínculo afectivo.

Actividad sexual
La actividad sexual es una expresión conductual de la sexualidad personal

donde el componente erótico de la sexualidad es el más evidente. La actividad

sexual se caracteriza por los comportamientos que buscan el erotismo y es

sinónimo de comportamiento sexual.

Prácticas sexuales
Las prácticas sexuales son patrones de actividad sexual presentados por individuos

o comunidades con suficiente consistencia como para ser predecibles.

Relaciones sexuales sin riesgo
La expresión “relaciones seguras sin riesgo” se emplea para especificar las

prácticas y comportamientos sexuales que reducen el riesgo de contraer y

transmitir infecciones de transmisión sexual, en particular el VIH.

Comportamientos sexuales responsables
El comportamiento sexual responsable se expresa en los planos personal,

interpersonal y comunitario. Se caracteriza por autonomía, madurez, honestidad,

respeto, consentimiento, protección, búsqueda de placer y bienestar. La persona que practica

un comportamiento sexual responsable no pretende causar daño y se abstiene de

la explotación, acoso, manipulación y discriminación. Una comunidad fomenta

los comportamientos sexuales responsables al proporcionar la

información, recursos y derechos que las personas necesitan para

participar en dichas práctica.

sábado, 27 de agosto de 2011

martes, 9 de agosto de 2011

El Dr. K responde.


 
Kusnetzoff, Juan Carlos. El Dr. K. responde. Lo que los chicos quieren y deben saber sobre sexo. Guía para padres y docentes. Ediciones Granica. Buenos Aires, 2006.





CAPITULO 5

CUESTIONARIO ADOLESCENTE (ESCUELA SECUNDARIA)



Los adolescentes son un cuestionario viviente: curiosos, interesados, vitales, las hormonas en ebullición instalan en ellos un tema predominante: el sexo.

La educación sexual en esta edad debe estar orientada a que los chicos aprendan a:

1) respetar, aceptar y estimar el propio cuerpo; distinguir entre los modelos y la realidad; reforzar la autoestima;

2) desmitificar algunos temas, como los de la masturbación, la castidad, el celibato;

3) evitar relaciones que puedan dejar culpa;

4) aclarar eventuales confusiones sobre sus tendencias y ampliar la noción de normalidad;

5) evitar embarazos precoces e indeseados;

6) evitar relaciones equívocas;

7) identificar y evitar enfermedades de transmisión sexual.



El juego de las preguntas y las respuestas

Las relaciones



¿Cómo sabré qué hacer en mi "primera vez"?

Nadie lo sabe de antemano, aunque estar preparado "en teoría" ayuda mucho a que todo salga mejor. Una de las cosas que deben tenerse previstas, y no angustiarse si sucede, es que hay una buena probabilidad de que la chica no llegue en esta ocasión al orgasmo, y de que el varón tenga una eyaculación precoz o una disfunción eréctil. Ambos tienen que ser tolerantes consigo mismos y con el otro, dado que la primera vez (y también algunas de las siguientes) suele estar influida por la ansiedad, el temor a fracasar, a no gustar, a "equivocarse", y con frecuencia sucede en un lugar inconveniente (el asiento trasero de un coche, la casa de alguno de los dos, donde siempre está el peligro de que los padres regresen sorpresivamente, etc.), lo que ahonda la inquietud.



La primera vez, ¿duele?

No si ambos están convenientemente excitados y psicológicamente dispuestos. En ese caso, la vagina femenina se dilata y lubrica, de modo de facilitar la penetración sin ningún inconveniente. El himen es una membrana elástica y frágil, que cede con facilidad. Desde luego,si la ansiedad, el miedo, la culpa o el rechazo genera una contracción muscular vaginal, puede haber dolor y serias dificultades, si no hacer imposible para la penetración.



¿Algunas personas, varones o mujeres, son mejores que otras en el sexo?

No se puede negar que la práctica del sexo requiere ciertas habilidades, pero lo que es mejor o peor en cada caso se va ajustando de común acuerdo dentro de la pareja. "Mejor" no necesariamente significa capacidad para adoptar posiciones extrañas, prolongar el acto, ejercer novedades, tener fantasías originales; "mejores", sí son el respeto, el cariño, la tolerancia, la comprensión, la comunicación, la honestidad. El sexo no es, en modo alguno, una exhibición acrobática.



¿Qué son las "zonas erógenas"?

Las partes del cuerpo sensibles al tacto, en las que las caricias o los besos provocan o refuerzan la excitación sexual. Desde luego, las zonas erógenas primarias son los genitales, pero hay otras que reaccionan con intensidad al estímulo: los labios, el cuello, los pezones (de varones y mujeres), los glúteos, las orejas. Además, cada persona tiene sus propias áreas vulnerables que el conocimiento mutuo de ambos miembros de la pareja permitirá identificar.



¿Cuánto dura un acto sexual?

Eso es imposible de responder; sería más o menos como si tratáramos de establecer cuánto dura una conversación... Como coito simple y directo, con el único propósito de que el varón eyacule, puede demorar unos pocos minutos. Pero si hablamos de hacer el amor, esto es, incluyendo el diálogo, las caricias previas, la búsqueda de diferentes sensaciones y emociones, el alargamiento del placer, alguna escena preliminar (como una ducha compartida, una copa), la espera a que la mujer alcance uno o varios orgasmos, etc., puede tardar horas. Los administradores de "hoteles alojamiento" han determinado que cada "turno" es de una hora y media, pero esa es sólo una cifra a la que debe adaptarse la pareja.

Lo que sí se ha medido es el orgasmo, que dura, como máximo, 10 segundos.

Estoy muy enamorada, deseo a mi novio y me agrada hacer el amor con él, pero no sé lo que es un orgasmo.



¿Es posible que tenga alguna anormalidad?

La anorgasmia (dificultad o imposibilidad de alcanzar el orgasmo) de muchas chicas y mujeres adultas, por lo general no tiene origen orgánico. El conjunto de inhibiciones incorporadas desde la infancia, ansiedades y temores actuales (por ejemplo, a ser descubiertos, o a quedar embarazada, o a no complacer al otro), la falta de experiencia del varón para hacer las caricias adecuadas, encarar los juegos previos a la penetración y contener su propio orgasmo hasta que ella esté más próxima al suyo, la ignorancia de ambos acerca de que el centro del placer femenino es el clítoris y no la vagina, son algunos de los factores que hay que corregir para que ambos disfruten por igual del encuentro sexual.

En general, si bien la mujer suele ser más veloz para obtener un orgasmo por autoestimulación, es más lenta que el varón en el coito, por eso es tan importante el ajuste de tiempos, que se logra a medida que se profundiza el conocimiento mutuo.



¿Cómo se sabe si se tiene un orgasmo?

Es una pregunta habitual de las mujeres, porque el clímax femenino no se evidencia con ningún signo visible -como es el caso de la eyaculación masculina- y, como sabemos, las sensaciones y los sentimientos son muy difíciles de describir. Lo cierto es que quien tiene un orgasmo, sin dudas lo reconoce.



¿Cómo sabe un varón que ella ha tenido un orgasmo?

También es una cuestión difícil, ya que la exteriorización del placer -respiración agitada, quejidos, contracciones de la vagina, subsiguiente relajación, etc.- puede fingirse.



¿Es cierto que la intensidad del orgasmo masculino está relacionada con el tiempo de abstinencia?

Sí, porque a menor frecuencia eyaculatoria, más líquido seminal se acumula en los conductos.



¿Se puede tener más de un orgasmo en una sola relación sexual?

Los varones no, ya que después de eyacular una vez, quedan en el llamado "período refractario", un tiempo -variable con la edad, esto es, mucho más breve en la adolescencia y primera juventud y que se va alargando con los años, pero que nunca es menor a una hora- en que resulta imposible incluso la erección. Las mujeres, en cambio; pueden ser multiorgásmicas.



¿Es importante llegar juntos al orgasmo?

En realidad, no. Se han tejido muchas fantasías en torno a ese asunto, pero lo cierto es que para tal cosa se requiere una sincronización tan infrecuente como innecesaria. También es verdad que muchas veces las sutiles contracciones del pene ante la inminente eyaculación pueden desencadenar el orgasmo femenino. De todos modos, si la mujer es la que llega primero, no le molestará en absoluto continuar hasta que el varón termine, e incluso eso le dará la oportunidad de tener otro u otros orgasmo/s. Si es él quien llega antes al orgasmo, puede seguir estimulándola manual u oralmente.



¿Se llega más rápido al orgasmo con sexo oral, manual, o por penetración?

Eso depende de las fantasías de cada uno, del estado de ánimo, de las experiencias previas, etc., aunque en las mujeres, la estimulación directa del clítoris suele tener resultados más rápidos.

No me gusta el sexo oral, y no me animo a decírselo a mi novio.

No vaciles más en advertírselo: la confianza y la sinceridad son básicas para construir una relación sólida. No a todo el mundo le agradan las mismas cosas, y hacer el amor se trata de que los dos disfruten sin hacer "sacrificios" ni dejarse extorsionar por el otro. Sin embargo, hay que aprender a discriminar entre un auténtico disgusto y un rechazo originado en el desconocimiento, los mandatos familiares, la timidez o cualquier otra interferencia.



Soy varón y me atraen los varones. De hecho, estoy enamorado de uno. Quiero luchar contra eso, pero no sé cómo hacerlo.

No se trata de "luchar contra", sino más bien de "luchar por". Quien sienta que no encaja perfectamente con el modelo aprendido o percibido -ya sea en cuanto a apariencia física, desempeño, medidas, tendencias, o preferencias- debe hacerse cargo de su ser individual y único, y valorar lo que le ha tocado en suerte. A cierta edad, el descubrimiento de la propia homosexualidad es fuente innegable de angustia y de una vaga culpa con respecto al mundo y a los padres. Con el tiempo, se suelen encontrar los medios de blanquear la situación, que varían - según el esquema familiar- desde "lo callado dado por sabido" hasta "la confesión dramática y escandalosa". Como en otras circunstancias de duda o conflicto, la consulta a un profesional idóneo -psiquiatra, psicoanalista, psicólogo- es el instrumento apropiado para buscar la solución a un problema que, en el siglo XXI, ha perdido buena parte de su virulencia.



¿Qué es la frigidez?

Es el antiguo nombre, despectivo y condenatorio, con que se describía la dificultad de algunas mujeres para acceder al orgasmo. Hoy se llama "disfunción orgásmica", y se ha comprobado que en la gran mayoría de los casos es pasajera, fácilmente solucionable y debida a algún freno psicológico o, sencillamente, a la ineptitud de la pareja. Ya lo decía Sor Juana Inés de la Cruz: "Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis...".



¿Qué significa ser impotente?

El término "impotencia" ya no es usado científicamente. Ha sido reemplazado por "disfunción eréctil", y se refiere a fallas en la erección. Entre los jóvenes, la disfunción eréctil casi nunca tiene componentes orgánicos y se debe con frecuencia a la angustia de las primeras veces, las expectativas desmedidas de tener un desempeño óptimo, o el temor al fracaso. Es muy importante no asustarse ni obsesionarse con una falla, porque el miedo y la preocupación influyen en la repetición del problema. Si este persiste, es necesario consultar aun sexólogo para solucionarlo cuanto antes.



¿Es lo mismo impotencia que infertilidad?

No: ser infértil es no poder dejar embarazada a una mujer, y está relacionado con la producción, la cantidad y la vitalidad de los espermatozoides, no con la erección. Desde luego, si no hay erección la penetración será imposible, de manera que una suerte de "infertilidad" momentánea se da junto con la falla eréctil. No obstante, en los casos de eyaculación precoz  ad portas (esto es: contra los labios vulvares, "a las puertas" de la vagina) podría producirse un embarazo.



Tengo 16 años y no me he decidido a hacer el amor con mi novio. Él insiste mucho, y no sé qué hacer:

Me imagino que te referís a las relaciones sexuales completas, con penetración, porque "hacer el amor" incluye también cosas que seguramente hacen, como quererse, mimarse, acariciarse, besarse, dialogar, divertirse juntos, acompañarse, decirse palabras de cariño y admiración... y tantas otras.

En cuanto a acostarte con él, determinar cuándo será la primera vez es una elección muy personal en la que no deben interferir presiones de ninguna clase: ni mandatos familiares, sociales o religiosos en contra, ni extorsiones afectivas de la pareja o desafíos de los pares (compañeros de la misma edad que "ya lo han hecho") a favor, sino la convicción, la responsabilidad y el deseo propios y libres.



¿Cuándo hay que dejar que el novio llegue hasta el final?

Esta es una pregunta similar a la anterior, y tan frecuente como esa. Hasta mediados del siglo pasado la respuesta era sencilla: "Después del casamiento", pero hoy es totalmente inválida -salvo desde algunos puntos de vista religiosos-, porque lo cierto es que no hay una edad ni un momento "normales" para la iniciación sexual. La aparición de la píldora anticonceptiva, y la consiguiente eliminación del peligro de embarazo, fue el detonante de la liberación de las costumbres a partir de los años '60. En la actualidad, las relaciones prematrimoniales no sólo se aceptan socialmente, sino que sexólogos, consejeros, psiquiatras, psicoanalistas y otros profesionales, en cierta forma las recomiendan, porque muchos posibles problemas y frustraciones se evitan si antes de contraer un compromiso formal la pareja experimenta para comprobar -o construir- su afinidad sexual.

En cuanto a la edad, no tiene tanto que ver como la madurez. Hoy en día el promedio es de 15 años, pero esa es sólo una cifra, que a veces resulta prematura, y otras adecuadas. En general, se aconseja evitar la iniciación por simple curiosidad, o "porque todos mis compañeros lo hacen", "porque me da vergüenza ser virgen todavía", "porque tengo miedo de que mi novio/a me abandone si no acepto". Las relaciones son precoces cuando no se tiene la suficiente estabilidad emocional para emprenderlas; si están incentivadas por motivos como estos, pueden conducir a la culpa, el temor, la inseguridad, y en el futuro es muy difícil remontar las consecuencias de experiencias negativas.



Todos mis amigos, de 17 o 18 años, tienen sexo: algunos con sus novias, otros con alguna chica que conocen por ahí ya veces no vuelven a ver. Yo nunca me acosté con nadie, y se burlan de mí.

Cada persona tiene sus tiempos, y los adolescentes o jóvenes no deberían dejarse influir por lo que hacen los demás ni, menos, impresionarse por sus relatos de hazañas sexuales, la mayor parte de las veces exageradas o inventadas. No se es "más o menos hombre" ni "más o menos mujer" por haber tenido o dejado de tener experiencias sexuales, ni un varón o una mujer virgen a los 20 años es anormal o puede ser considerado objeto de burla.



Tener mucho deseo de hacer el amor con determinada persona, ¿significa que se está enamorado?

No es necesario estar enamorado para excitarse sexualmente. Por supuesto, el amor exalta el interés sexual, aunque también, curiosamente, puede perturbarlo en la práctica, cuando la emoción es más fuerte que el instinto.

La novia de mi hermano duerme con él en casa, pero a mí, que soy mujer; me controlan todo el tiempo.

Con relación a la vida sexual, todavía se suelen aplicar reglas diferentes para varones y mujeres. Desde luego, no es el caso de la novia de tu hermano, pero muchos padres son muy rígidos con sus hijas, sobre todo porque temen los comentarios maliciosos que sobre su conducta podrían hacer los demás. Hablar con ellos demostrando madurez y responsabilidad, es un buen camino para solucionar el conflicto.



Soy discapacitada motriz y mis padres dicen que nunca podré tener sexo. ¿Es verdad?

Un médico fisiatra es el indicado para evaluar la discapacidad y asesorar sobre la posibilidad de tener relaciones sexuales.



¿Se puede hacer el amor durante la menstruación?

No existe ninguna razón, fuera de las condiciones higiénicas elementales, para que una pareja deje de tener relaciones sexuales porque ella está menstruando. Además, es excepcional que una chica quede embarazada durante la menstruación. Puede que, algunas veces, la vagina y el cuello uterino se encuentren muy sensibles y haya alguna molestia; encontrar la posición adecuada para efectuar el coito será la solución en ese caso.



¿Con qué frecuencia se debe hacer el amor?

Como en muchos otros -casi todos- aspectos de la sexualidad, no hay ninguna regla fija en este sentido, ni estadística o promedio que pueda establecer un parámetro. Además, lo que vale no es el número, sino la calidad de las relaciones.



¿Es bueno tomar alcohol antes de tener relaciones?

En dosis muy moderadas, el alcohol relaja y desinhibe. Pero cualquier exceso puede comprometer los mecanismos de la erección en los varones y del orgasmo en las mujeres.



Si hago el amor, ¿mis padres lo notarán?

La experiencia sexual no deja marcas visibles, sin embargo se emiten algunas señales que resultan significativas para observadores atentos: escamoteo de la mirada, conductas extrañas con respecto a algunos lugares donde se esconden evidencias (por ejemplo, echar llave al cajón donde se guardan las píldoras), rubor ante ciertos temas, vacilación para responder determinadas preguntas, etc.

El mejor recurso para evitar las sensaciones de culpa y temor es hablar frontalmente.

Aunque en algunos casos parece suicida, siempre termina dando buenos resultados.



Sexo seguro: el embarazo



Exactamente, ¿qué tiene que suceder para que una chica quede embarazada?

Deben encontrarse un espermatozoide fértil -esto es, una de las células sexuales masculinas que se expelen en la eyaculación- con un óvulo, también fértil, en el interior de la trompa de Falopio. Tal milagro puede ocurrir una sola vez por mes, a mediados del ciclo menstrual, cuando el ovario libera un óvulo.



¿Es cierto que la primera vez no puede dejar embarazada?

Rotundamente, no. Es difícil explicarse cómo se originó este mito, pero muchos creen en él.

Si no se desea un embarazo la primera vez, como cualquier otra, hay que usar algún método anticonceptivo.



¿Es cierto que si se hace el amor de pie no hay peligro de embarazo?

Ninguna posición es anticonceptiva: la eyaculación intravaginal -e incluso la que se produce entre los muslos, o contra los labios de la vulva- siempre conlleva la posibilidad de embarazo.



Me dijeron que si la mujer no llega al orgasmo no puede quedar embarazada.

Se dicen tantas cosas... Por cierto, la liberación del óvulo desde el ovario depende del ciclo menstrual y no tiene ninguna relación con el orgasmo sino, simplemente, con la fecha.



¿El sexo oral y el sexo anal pueden embarazar?

Para que una mujer pueda embarazarse, se requiere que el esperma se vierta en la vagina.

Fuera de esta forma, la posibilidad es nula. Sin embargo, en la práctica del sexo anal puede suceder que se produzca un escurrimiento del semen y algunos espermatozoides se introduzcan en la vagina. Este hecho, por otra parte, encarna un riesgo de infección pelviana.



¿Se puede producir un embarazo si se mantienen relaciones durante la menstruación?

La posibilidad es muy remota, dado que teóricamente no hay un óvulo fértil en camino, pero en casos excepcionales de irregularidad ovulatoria, podría suceder.



¿Los tampones sirven como anticonceptivos?

No. Aunque impiden la penetración completa, alguno de los millones de espermatozoides que se eyaculan puede alcanzar el cuello uterino y encontrarse con el óvulo maduro.



¿Existe algún método seguro para evitar el embarazo?

Dos: evitar la penetración y la eyaculación en zonas cercanas a la vagina, o usar anticonceptivos.



¿Qué es un "período seguro"?

Los llamados "períodos seguros" (que se extienden desde cuatro o cinco días antes hasta cuatro o cinco días después de cada menstruación) sólo lo son cuando la mujer tiene ciclos menstruales absolutamente regulares, lo que no suele ser el caso de las adolescentes. Una forma de identificar el período inverso, es decir el fértil, es el método de la temperatura. Consiste en tomar la temperatura rectal durante tres meses seguidos, todos los días, siempre a la misma hora de la mañana y antes de levantarse, y registrar meticulosamente las cifras. Un pequeño cambio de la temperatura indica el momento de la ovulación. Si dicho momento se presenta siempre a la misma distancia de la regla, se ha encontrado el "período peligroso".



¿Por qué los adultos parecen más preocupados por el embarazo que por los sentimientos?

¿Acaso no es hermoso tener un hijo con la persona amada?

Tal vez no exista experiencia humana más sublime que tener un hijo con la persona amada.

Pero los adultos se preocupan porque en este asunto el romanticismo adolescente debe ser compensado con una dosis de realismo: la procreación debe ser una decisión consciente, compartida y responsable. Acierta edad y en determinadas condiciones, cuando la pareja no ha terminado sus estudios, no tiene independencia económica, no sabe cómo funcionará entre ellos la convivencia permanente, etc., tener un hijo -a veces deseado, pero más impulsiva que reflexivamente- es un riesgo muy alto. Para el niño, sus jóvenes papás y sus sorprendidos abuelos.

Un hijo no es una muñeca, y la paternidad no es un juego. Unos papás muy jovencitos, aunque no quieran renunciar a asistir a un recital de rock, tendrán que hacerlo si no encuentran un lugar seguro para su hijo, Llevarlo consigo y, por ejemplo, dejarlo en la improvisada "guardería" de un baño, a cargo del personal de limpieza, muy fácilmente puede terminar en tragedia.



¿Cuáles son los anticonceptivos más usuales?

Son básicamente de dos clases: físicos, que interceptan la llegada de los espermatozoides al cuello uterino (el preservativo, el diafragma) o la unión del espermatozoide con el óvulo (el DIU), y químicos, que destruyen los espermatozoides (jaleas espermicidas) o impiden la ovulación (píldoras e inyecciones anovulatorias)…



¿Conviene consultar a un ginecólogo para elegir un método anticonceptivo?

No "conviene": es  imprescindible. Hay chicas alérgicas al material de los preservativos, y otras cuyo cuello uterino no admite la colocación de un DIU; las píldoras contienen hormonas, y su uso requiere control médico; el diafragma no es fácil de colocar correctamente las primeras veces, etc. Además de los aspectos físicos, el profesional examinará y evaluará las costumbres, creencias y prejuicios de la pareja, de modo de decidir el mejor método para ella. El anticonceptivo es "un traje a medida", no "un traje de confección en serie".



¿Dónde venden preservativos?

En cualquier farmacia, supermercado y kiosco multirrubro. También hay máquinas expendedoras en algunos baños, como los de los shoppings. Durante campañas privadas y estatales, y en los hospitales públicos, se suelen distribuir gratuitamente.



¿Cómo se coloca un preservativo?

Los condones son cónicos, con un borde superior en forma de anillo, y en el otro extremo una pequeña cámara, donde se aloja el semen. Vienen plegados, dentro de un sobre chato. Por supuesto, primero hay que abrir el envase. Después, se apoya el glande -es necesario que el pene esté erecto- en el centro del círculo y se desliza el anillo hacia arriba, hasta que llega a la raíz del miembro. Es muy conveniente ensayar a solas, varias veces, antes de utilizarlo en un encuentro de pareja. Para adquirir destreza, también se recomienda "vestir" con profilácticos penes simulados (por ejemplo, zanahorias). La práctica es útil tanto para varones como para mujeres, ya que una opción del juego erótico es que ella se ocupe de poner el condón.



Me da vergüenza pedir preservativos  [dice un chico], sobre todo si me atiende una mujer:

Hoy en día, en especial a raíz de la aparición del sida, el uso del preservativo –también llamado condón o profiláctico- está tan difundido que los escrúpulos a la hora de comprarlos se han superado mucho. Para los más tímidos, está la alternativa de adquirirlos en un autoservicio o una máquina expendedora. De todos modos, aceptar ciertas incomodidades, como la de pasar la prueba de adquirir preservativos, es parte de la decisión de tener relaciones sexuales.



¿Debe una chica llevar preservativos en la cartera?

Si ya ha iniciado su vida sexual o proyecta hacerlo y desea protegerse, tiene que hacerse tan responsable como el varón y no dejar las consecuencias en manos del destino ni de su pareja.



¿El preservativo perturba la relación sexual?

Como sólo puede emplearse una vez producida la erección, interfiere con la espontaneidad, y el momento de la colocación puede ser motivo de pérdida de la erección, del deseo, del clima romántico. Pero peores son las consecuencias probables de no usarlo, desde tener un embarazo no deseado hasta contagiarse el sida. Se recomienda familiarizarse con el preservativo  antes de iniciar las relaciones en pareja (por ejemplo, masturbarse con él puesto) para aprender a colocarlo con destreza y acostumbrarse a su presencia. También se lo puede convertir en parte del juego erótico si, por ejemplo, es ella la que lo pone.



¿Hay diferentes tamaños de profilácticos?

No: hay un "modelo" que se adapta a todos los "talles", si bien los porno-shops ofrecen texturas y colores diversos.



¿Los preservativos son seguros?

Sí, si se colocan bien, a tiempo, y no se rompen.



¿En qué momento hay que ponerse el condón?

Apenas se produzca la erección. Los muy jóvenes no deben introducir el pene en la vagina sin preservativo, porque el líquido preeyaculatorio, a su edad, puede contener espermatozoides.



¿Qué hacen las cremas o jaleas espermicidas?

Como su nombre lo indica, matan a los espermatozoides. Se usan introduciéndolas en el fondo vaginal con un aplicador especial, o untando el diafragma o el preservativo, como refuerzo químico de estos métodos físicos.



¿Cuánto tiempo vive un espermatozoide?

En los órganos internos femeninos, puede continuar vivo y eficaz hasta tres días. Fuera de ese ambiente propicio, apenas unos minutos.



¿Es fácil ponerse un diafragma?

Al principio, no. Es fundamental recibir instrucciones de un ginecólogo y practicar en su presencia.



¿Cuántas veces se puede hacer el amor con el mismo diafragma?

El diafragma puede dejarse colocado alrededor de cuatro horas, pero conviene añadir espermicida antes de cada relación.



¿Cómo funciona el DIU (Dispositivo Intra Uterino, o espiral)? ¿Cómo se usa?

Por un efecto mecánico, impide la unión del espermatozoide con el óvulo. Lo instala el ginecólogo, quien es además el que indica cuándo hay que renovarlo. En general, no se considera un anticonceptivo conveniente para jovencitas.



¿Se pueden usar tampones si se tiene una espiral colocada?

Sí, el DIU o espiral se pone en el útero, y el tampón, en la vagina.



¿La píldora interrumpe las menstruaciones?

No. Por el contrario, en muchos casos los anticonceptivos orales corrigen las menstruaciones irregulares.



¿Es verdad que la píldora es afrodisíaca?

En forma indirecta, porque ambos miembros de la pareja se sienten libres del miedo al embarazo, y perciben su deseo con mayor intensidad.

Si me olvido de tomar la píldora, ¿cuántos días se mantiene el efecto?

No es bueno olvidarse de tomar los anticonceptivos orales. En el caso de que suceda, se aconseja tomarla en el mismo momento en que se advierte el olvido. Si ya han pasado 24 horas, conviene usar preservativos hasta la siguiente menstruación.



¿Qué es la "píldora del día siguiente"?

Un comprimido con una fuerte dosis de hormonas, que impide que el óvulo fertilizado se implante en el Útero. Se usa no más allá del segundo o tercer día del coito supuestamente fecundante, en emergencias como la rotura del preservativo, o en casos de violación. No es propiamente un abortivo, porque actúa antes de la anidación del huevo.



¿Qué diferencia hay entre la píldora y la minipíldora?

La minipíldora contiene una sola hormona -por lo general, progesterona- en dosis mínima, que dificulta la implantación del óvulo en el útero.



¿Es posible quedar embarazada si se toma la píldora?

Si se siguen las instrucciones, es prácticamente imposible que se produzca un embarazo.



¿Cuánto debo esperar para saber si estoy embarazada?

El miedo al embarazo, unido a las irregularidades menstruales propias de la edad, puede retrasar la regla sin que esto signifique nada. Lo mejor es hacer un diagnóstico precoz (los test se compran en las farmacias) 15 días después del coito supuestamente fecundante.



¿Son confiables los test de embarazo?

Si el resultado es positivo, no deja dudas. Pero si es negativo, conviene repetirlo una vez por semana durante un tiempo más. Si la regla sigue sin aparecer, aunque el test siga dando negativo, es necesario consultar a un ginecólogo.



Creo que estoy embarazada. ¿Qué tengo que hacer?

Primero, comprobarlo. Después, enfrentar valerosamente la situación: hablarlo con la pareja, con los padres y otros adultos; acudir al ginecólogo, pedir orientación en un centro de adolescentes o clínica de planificación familiar, y buscar apoyo psicológico para todos, porque el hecho suele ser muy angustiante.



¿Adónde puedo recurrir para hacer un aborto?

Por ahora, a ningún sitio. El aborto es ilegal en nuestro país, lo que significa que aunque existe, se practica en forma clandestina, esto es: vía libre para la chapucería, el maltrato, el aprovechamiento económico. La mayoría de las veces se  perpetra en locales inadecuados, con recursos insuficientes, sin garantías de asepsia, ni respaldo profesional, ni responsabilidad por las consecuencias físicas (hemorragia, infección, daños orgánicos, heridas, dolor, hasta la muerte) y psíquicas (pánico, culpa, humillación) que conlleve. Es sumamente peligroso y se desaconseja en forma categórica hasta tanto no se sancione la ley que autorice su realización en ámbitos clínicos, por médicos diplomados y con aranceles prefijados.



Estoy embarazada, y nuestros padres quieren que aborte, pero mi novio y yo queremos seguir adelante. ¿Qué podemos hacer?

Primero, nadie puede obligar a nadie a abortar. El embarazo es una decisión que incumbe a la futura madre, única dueña de su cuerpo, y sólo puede intervenir el futuro padre, quien tiene el 50% de la responsabilidad.

Segundo, a la fecha en la Argentina el aborto es ilegal, por lo tanto practicarlo es un delito - de quien lo ejerce y de quien lo solicita- y conlleva un alto riesgo de mala praxis. Sin duda, lo mejor es "pensarlo antes"...



Sexo seguro: enfermedades de transmisión sexual



¿Puede enfermar hacer el amor?

No por sí mismo, pero sí a través de las enfermedades de transmisión sexual, que abarcan una amplia escala de gravedad, desde una simple micosis hasta el sida. En el plano que no puede llamarse "hacer el amor", esto es, en las relaciones donde interviene algún tipo de violencia, puede dejar lesiones físicas e, inevitablemente, emocionales.



¿A qué se llama "enfermedades de transmisión sexual" (ETS)?

A todas las infecciones que se contagian a través del contacto sexual (vaginal, anal u oral).También reciben el nombre de  venéreas, palabra derivada del latín Venus-Veneris, nombre de la diosa romana del amor. Algunas de ellas -que hicieron estragos en el siglo XIX-, como la sífilis o la gonorrea, son muy raras hoy en día y se controlan con eficacia desde el descubrimiento de la penicilina, seguido del de una amplia gama de antibióticos, y los avances en las técnicas diagnósticas, que permiten detectarlas con suficiente precocidad. Otras no comprometen órganos vitales, son más incómodas que graves, y se revierten con tratamientos relativamente sencillos: la micosis (proliferación de hongos vaginales), o la parasitosis púbica(alojamiento de una clase de piojo, llamado ladilla, en el vello del pubis). En la actualidad, la más seria y peligrosa de este tipo de afecciones es el sida, que conocemos apenas desde la década de 1980, y en cuya curación y prevención se trabaja enfáticamente desde entonces.

Aunque no es técnicamente una enfermedad sino un síndrome, y la sexual no es la única forma de transmisión (puede contraerse por vía sanguínea y también placentaria), se incluye entre las ETS.



¿Puede contraerse una enfermedad venérea en un baño público?

No, pero por razones higiénicas generales, igualmente conviene cuidarse y usar protectores descartables de papel (que pueden tenerse por si acaso en la mochila, la cartera o el bolso) entre el inodoro y la piel. También existe un desinfectante a base de alcohol, que se presenta en pequeños envases en forma de gel, o en pañuelos de papel humedecidos con la misma sustancia, que pueden llevarse en la cartera y con los que se pueden limpiar las superficies sospechosas.

Desde luego, si el baño se viera sucio, es preferible no utilizarlo de ningún modo.



¿Cómo se sabe si se tiene una enfermedad venérea?

Ante cualquier duda, hay que acudir al médico. Él indicará un examen de sangre y orina capaz de detectar la infección, y el tratamiento correspondiente si los resultados confirman la sospecha. Diagnosticadas a tiempo, estas enfermedades son muy fáciles de curar en la actualidad, de modo que se recomienda actuar con rapidez.



¿El flujo vaginal es síntoma de enfermedad?

Hay secreciones normales, y otras indicadoras de algún problema. Si su color es marrón o amarillo fuerte y, sobre todo, si son acompañadas de ardor al orinar, se impone la consulta al ginecólogo, porque lo más probable es que estén denunciando una infección.



Las secreciones en el pene, ¿significan que hay una enfermedad de transmisión sexual?

Cualquier secreción peneana debe ser investigada f por un urólogo.



¿La cistitis es una enfermedad de transmisión sexual?

La cistitis es una infección de la vejiga y la uretra, muy común en las mujeres, que produce frecuentes deseos de orinar y ardor al hacerlo. Puede contraerse en una relación sexual, pero no es necesariamente así, ya que tiene muchas otras causas posibles. Se cura con antibióticos, y el especialista indicado para tratarla es el urólogo.



¿Qué es el sida?

La sigla significa "Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida", provocado por el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), que debilita las defensas y deja al paciente expuesto ) otras infecciones y enfermedades, llamadas "oportunistas" precisamente porque aprovechan la baja inmunológica para atacar el organismo.



¿Qué síntomas presenta el sida?

Son imprecisos y variables. Pueden abarcar todos o algunos de los siguientes: inflamación de los ganglios, fatiga crónica, pérdida repentina de peso, dificultad respiratoria, tos, fiebre, diarreas. También existe el sida asintomático, es decir aquel en que el VIH ha ingresado en el organismo, pero no ha hecho efecto; es tan contagioso como el sida declarado.



¿Cómo se contagia?

Por contacto de algún líquido (excepto la saliva) del cuerpo contaminado con otro líquido o mucosa del receptor; por ejemplo, de semen con los tejidos vaginales o bucales, o de sangre con sangre (por transfusiones, uso de jeringas infectadas, etc.).



¿Cómo se evita el contagio de sida?

Evitando el contacto con los líquidos corporales no garantizados, esto es, usando preservativos en los encuentros sexuales, jeringas descartables para todas las inyecciones, instrumental quirúrgico y odontológico esterilizado, etc.



No soy homosexual, ¿por qué habría de temerle al sida?

Porque el VIH puede atacar por igual a homosexuales, heterosexuales, hombres, mujeres, jóvenes, adultos, y aun hasta fetos. Cuando se identificó el síndrome, parecía que los únicos grupos de riesgo eran el de los homosexuales y el de los consumidores de drogas inyectables que compartían jeringas, pero hoy se sabe que no es así.



Si estoy seguro de que ni mi novia ni yo tenemos sida, ¿podemos hacer el amor sin preservativo?

Depende de dónde provenga la seguridad. Si es de análisis de sangre que han dado resultados negativos, y a ambos miembros de la pareja les consta que el otro no ha cometido ningún desliz con otra persona ni hecho algún tratamiento médico de riesgo, pueden prescindir del preservativo. De todos modos, se recomienda repetir el examen periódicamente.



Material de apoyo

Cohen, Jean  et al.: Enciclopedia de la vida sexual. De la fisiología a la psicología. Ed. Argos, Barcelona, 1976. Tomo 3, "Para jóvenes de 14 a 17 años" y Tomo 4, "Para jóvenes de 18 años".

Kusnetzoff, Juan Carlos: El hombre sexualmente feliz. Ed. Granica, Buenos Aires, 2003.

Kusnetzoff, Juan Carlos: La mujer sexualmente feliz. Ed. Granica, Buenos Aires, 2003.

Kusnetzoff, Juan Carlos: Sexuario de preguntas y respuestas. Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1992.

Martín, O. y Madrid, E.: Didáctica de la educación sexual, Sb, Buenos Aires, 2005.

Ochoa, Elena y Vázquez, Carmelo: El libro de la sexualidad. El País - Página /12, Madrid - Buenos Aires, 1994. www.e-sexologia.com