Imaginarios y prejuicios sociales acerca de
la violencia intrafamiliar
A continuación les presentamos algunos de los imaginarios y prejuicios que cultural e históricamente se han construido en nuestra sociedad y que, desde un punto de vista cognitivo, afectivo y comportamental, influyen en la manera en que los hombres y las mujeres establecen sus relaciones de pareja y con las instituciones en general.
Dichos prejuicios y representaciones sociales, cotidianamente se expresan en frases, refranes o dichos populares, que en cada país toman formas diferentes, pero su contenido es el mismo.
A continuación encontrará algunos de los prejuicios que se escuchan comúnmente en las interacciones sociales:
“La ropa sucia se lava en casa"

“Si a la mujer la maltrata su marido es porque
algo habrá hecho”

“Porque te quiero te aporreo"

“A las mujeres les gusta que le peguen"
Las mujeres que se encuentran en situación de violencia conyugal están inmersas en el ciclo de la violencia marital, el cual dificulta su salida por varios motivos, entre ellos el creer que el agresor va a cambiar su actitud violenta. Si las mujeres continúan en una relación que les hace daño, no es propiamente porque les gusta ser agredidas, sino porque presentan una gran depresión, y una disminución en su autoestima y en la capacidad para tomar decisiones, a lo cual se suma la dependencia afectiva y económica hacia sus parejas. En este punto es importante tener en cuenta que la sociedad ejerce presión, ya que todavía sigue teniendo un gran peso el ideal de la familia nuclear como única opción de convivencia y en cierta forma el seguir con el marido es sinónimo de respetabilidad social.
“Las mujeres golpeadas son masoquistas”
Esta creencia está muy relacionada con la anterior. Muchas veces los términos científicos se popularizan tanto, que llegan a cambiar de sentido. El masoquismo está relacionado con un desorden psicológico que se manifiesta en la obtención del placer sexual por medio del dolor físico. Por lo tanto, relacionar a violencia conyugal con el placer no tiene sentido, ya que la agresión física a una mujer no le produce placer, sino todo lo contrario, le genera dolor, sufrimiento, angustia, miedo y en ocasiones hasta la muerte.
“Si ésta tiene hijos, debe pensar primero en ellos y es preferible que se quede con él”

“Una mujer solamente es maltratada cuando el hombre tiene un problema específico”

“El hombre tiene el derecho a maltratar a su esposa: para eso es su marido"

“La violencia conyugal es un problema que sólo se presenta en los estratos bajos”

“Si él es el único que trabaja, no se puede hacer nada"

“Si una mujer dice NO, quiere decir SÍ”

una misión importante la manera como ha sido construida la sexualidad masculina y femenina: se ha establecido la idea de que la sexualidad de las mujeres es pasiva y la de los hombres es activa y por ser activa es inaplazable.
Es decir, que los hombres poseen por “naturaleza” un instinto sexual casi animal, el cual tienen que satisfacer inmediatamente sin importar con quién y cómo. Sobra decir que el tener relaciones sexuales debe ser el producto de la decisión libre y sin amenazas de ningún tipo (agresiones físicas o chantajes emocionales) de dos personas.
(Extraído de:
Violencia Intrafamiliar. Módulo 4: Reflexiones sobre violencia de pareja y de género. Política Nacional de Construcción de Paz y Convivencia Familiar, Haz Paz. 2001)
¿Qué razones pueden llevar a que una mujer soporte la violencia física, sexual y psicológica ejercida en su contra?
• Algunas personas todavía creen que los hombres son los únicos jefe
del hogar y como tales tienen el derecho a controlar la vida, el cuerpo, la sexualidad, los sentimiento y la vida social de sus esposas, compañeras y hasta sus novias, utilizando cualquier medio para ello. Ven a la mujer como “propiedad” del hombre y como un ser humano inferior.
• Se piensa que el matrimonio es para toda la vida, “hasta que la muerte lossepare” y que las mujeres deben cumplir con tal objetivo sin importar si se pone en juego su proyecto de vida y en muchos casos su integridad personal. Algunas mujeres creen que es mejor aceptar el maltrato que correr el riesgo de enfrentarse a una separación, porque se sienten responsables de que la unión subsista aún a costa de sus aspiraciones.
• Seguir con la pareja y mantener la unión o matrimonio a pesar de todos los problemas, se ve como una forma de obtener el respeto dentro de una comunidad.
• Algunas personas tienen la idea de que el amor implica dolor, humillacionesy llanto y que si no se golpea, y no se sufre, no hay amor.
• En general las mujeres maltratadas no han tenido la oportunidad y el apoyo para reconocerse como sujetos de derechos y por lo tanto no comprenden que tienen el derecho a que se respete su dignidad y a no ser maltratadas. No conocen las rutas para recibir atención, ni los servicios a los cuales pueden acudir.
• El maltrato puede llevar a las mujeres a aislarse, a sufrir depresiones, asentirse incapaces de tomar decisiones, por el temor o dependencia que sienten hacia sus parejas, sumado en algunos casos a la falta de apoyo de sus familias.
• Las mujeres tienen miedo a los episodios de celos y represalias de susparejas y al aumento de la violencia.
• La dependencia económica de las mujeres que no trabajan fuera del hogarhace que muchas de ellas soporten la violencia porque se sienten incapaces de afrontar la situación.
• La creencia de que los hombres poseen un instinto sexual por “naturaleza"incontrolable que tiene que ser satisfechos inmediatamente, sin importar con quién, cómo ni cuándo, se complementa con la creencia de que las mujeres son pasivas y que su cuerpo es un objeto que pertenece a los hombres, con lo cual se justifican los abusos sexuales hacia ellas.
• En algunas situaciones las mujeres maltratadas justifican la violencia aque son sometidas por parte de sus esposos, novios o compañeros argumentando que los hombres son violentos por naturaleza y que luego se le pasa, o que cuando maltratan lo hacen debido al consumo de alcohol o sustancias psicoactivas.
• Es posible que se sientan avergonzadas de sí mismas y de su relación mal
tratante. Por ejemplo, en los estratos altos existe el denominado “pudor de clase”, mediante el cual se trata de ocultar todas las manifestaciones de violencia y por lo tanto no es denunciada. Debido a esto es conocida la violencia intrafamiliar vivida por las mujeres de los sectores de menores recursos, porque son las que más buscan ayuda y denuncian a sus agresores.
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